Apenas se tiene en cuenta la dimensión psicológica y emocional del ciclo menstrual y conocer el trasfondo psicológico de nuestro ciclo puede suponer una vía para el autoconocimiento, el autocuidado y por lo tanto, para la salud.
En mi práctica como psicóloga, he escuchado a muchas mujeres decir tengo depresión una vez al mes y luego se me pasa colocándose una etiqueta negativa y creyendo que ellas mismas eran las propias causantes de su malestar. A lo largo del proceso, exploramos juntas el ciclo menstrual como herramienta terapéutica llegando a la conclusión de que no estamos locas, ni enfermas pero sí somos cíclicas.
Y este hecho es un poder.
Yo también me he dicho a mí misma frases tales como: ya estoy otra vez así… , siempre me pasa lo mismo , ya vuelvo a tener ansiedad como el mes pasado… hasta que se me pasaba y volvía a empezar.
Fue cuando empecé a conocerme a través de mi ciclo menstrual que cambié estas premisas por otras pues me descubrí cíclica y cambiante. Entonces me volví más amable conmigo misma.
Sí, somos cíclicas. Y este hecho repercute en la manera de sentir y vivir nuestras emociones.
Yo no lo sabía ni era consciente de que estas sensaciones y percepción del malestar estaba asociado a mi ciclo menstrual pues había un patrón cíclico que más tarde empecé a reconocer.
Cada fase del ciclo menstrual tiene una dimensión psicológica y emocional que está asociada al baile hormonal y al entorno que nos rodea. Ambas variables juegan un papel fundamental que, si somos conscientes de ellas, nos pueden ayudar a ser mucho más respetuosas con nosotras mismas.
Recuerdo cuando en la Facultad de Psicología escuchaba que el mayor índice de depresión o ansiedad lo presentan las mujeres y al preguntar sobre las razones de estas cifras alarmantes la respuesta solía ser que el balance hormonal femenino es la causa principal.
Somos las locas de las hormonas.
Recuerdo que no nos hablaron acerca de que el sistema patriarcal y lineal en el que vivimos ocasiona consecuencias negativas para la salud, sobre todo para la salud de las mujeres.
Tampoco nos hablaron de que este sistema tiene una serie de estrategias de control y poder sobre nosotras siendo una de ellas asociar el ciclo menstrual y la menstruación a un tema tabú y que genere rechazo.
Si la mitad de la población vive desconectada de sus cuerpos y una vez al mes sienten rechazo, asco y vergüenza a su sangre menstrual entonces serán mucho más manejables y sumisas. Esta es una estrategia patriarcal perversa que se nos inculca de manera inconsciente desde que somos niñas.
El patriarcado tiene múltiples maneras de ejercer su poder, una de ellas es la violencia que vemos a diario y otras formas tienen que ver con llevar a cabo otro tipo de violencias más invisibles y que están presentes en la sociedad a través de mensajes que contemplamos desde diferentes lugares: la familia, el colegio, la calle, los medios de comunicación…
Por ejemplo, el aprendizaje e interiorización del rechazo hacia nuestra menstruación y el desconocimiento de nuestro ciclo menstrual tiene repercusiones negativas para nuestra salud física, emocional y psicológica.
Prueba de ello es la gran cantidad de mujeres que sufren dolores menstruales y que este dolor sea considerado como algo normal en las consultas médicas.
No nos enseñan a buscar el origen del dolor y el malestar porque al sistema no le interesa.
Como respuesta, nosotras proponemos el autoconocimiento, autocuidado y toma de conciencia. Y para ello, conocer el ciclo menstrual puede convertirse en una poderosa herramienta para conectarnos con nuestra propia sabiduría.
También proponemos una psicología del ciclo menstrual como un campo de conocimiento que explore la dimensión psicológica y emocional del ciclo menstrual con una perspectiva feminista y holística ya que somos conscientes de la escasez de estas miradas en el sistema patriarcal de la salud.
¿Por dónde empezar?
Es cierto que conocerse a través del ciclo menstrual es un camino muy amplio que no tiene fin. Por este motivo, te proponemos algunos pasos que puedes ir tomando para iniciar este proceso de toma de contacto con la dimensión psicológica y emocional del ciclo menstrual:
- Toma de conciencia, escucha y observación
Es fundamental adoptar una actitud de escucha y observación consciente hacia una misma para ir identificando los cambios físicos, psicológicos y emocionales del ciclo menstrual así como los malestares que surgen como respuesta cuando nos pasamos por encima de nosotras mismas. En este sentido, te recomendamos que cada día vayas dándote cuenta de tu patrón de pensamientos, emociones y cambios en el cuerpo en las cuatro fases del ciclo menstrual.
- Uso de productos ecológicos alternativos para la menstruación
Cada vez hay más mujeres que aseguran que utilizar la copa menstrual, compresas de tela, ropa interior absorbente o practicar el sangrado libre les ha supuesto un antes y un después en la manera de sentir su menstruación pues han tomado contacto con su sangre menstrual y este hecho tiene un efecto positivo ya que, al fin y al cabo, lo que estamos haciendo es conectarnos con nuestro cuerpo. Al principio quizá no resulte fácil pues nos enseñaron que tocar nuestros fluidos y sangre menstrual era algo prohibido y vergonzoso. De lo que se trata ahora es de deconstruir este aprendizaje para acercarnos a nosotras mismas desde la curiosidad y el placer.
- Registro de tu ciclo menstrual
Llevar el registro de tu ciclo menstrual es importante para ser más consciente de los factores que se repiten en las diferentes fases del ciclo menstrual. En la escucha y toma de conciencia iremos identificando aspectos de nosotras mismas que antes pasábamos por alto y gracias al registro te será más fácil hacer consciente lo inconsciente. De lo que se trata es tomar unos minutos al día para estar contigo y escribir la información que vayas llegando a ti acerca de tu ciclo menstrual.
- Identificar el propio patrón cíclico
Al buscar información sobre las fases del ciclo menstrual podrás leer sobre características y tendencias generales de cada una de las fases. Es importante tener en cuenta que son eso: tendencias generales. No se trata de encajar perfectamente en cada una de ellas sino que esta información puede servir de guía para que vayas identificando tu propio patrón cíclico que es el que verdaderamente te aportará información sobre ti misma.
El autoconocimiento y autocuidado es poder.
Y estas premisas fundamentales también forman parte de la dimensión psicológica y emocional del ciclo menstrual de la que hablamos ya que desde el enfoque holístico de la salud somos un todo.
Consideramos fundamental que esta mirada se tenga en cuenta para contrarrestar los efectos de los malestares de género que son las consecuencias que el sistema patriarcal tiene para la salud. Consideramos también que el ciclo menstrual es un poderoso camino de toma de conciencia para recuperar esa memoria de la sabiduría cíclica que nos pertenece.
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